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lunes, 5 de septiembre de 2011

Madurar

Sol, nubes, lluvia, nieve, primavera, verano, invierno y también otoño, da igual el tiempo que haga o la estación que sea, ya no es lo mismo, aunque lo parezca.

Me asomo a la ventana y es lo mismo de ayer, y también lo mismo que anteayer, las mismas personas haciendo exactamente lo mismo de siempre, aunque algo si que ha cambiado, sus huellas son distintas, su aroma es diferente, sus risas, sus llantos, no suenan igual, me pregunto si son ellos o tal vez soy yo que ha aprendido a mirar desde otro lado.

He aprendido y no se muy bien cuando que todo lo que nos pasa es por algo,que no siempre cuando el cielo está nublado estamos tristes y cuando hace sol estamos cantando, que el tiempo al fin y al cabo está para gastarlo y sobre todo que no hay prisa cuando alguien ya te está esperando.