Un día al despertarme, me encontré a Marga llorando, tenía los ojos rojos, como si hubiera estado llorando toda la noche, cuando consiguió hablar, me contó lo que ocurría. Luis estaba enfermo, llevaba más de tres años en tratamiento, al parecer tenía una enfermedad de las raras, de esas que todavía están en fase de investigación. Sus órganos se iban deteriorando poco a poco, los médicos no le daban una esperanza de vida de más de un año, necesitaba urgentemente varios trasplantes, entre ellos el de corazón, y eso era muy complicado, y más con la lista de espera que había.
Debido a los contratiempos, se casaron lo antes posible, a Marga siempre le había hecho mucha ilusión el casarse, y sobre todo con Luis. el 4 de Julio de ese mismo año, tuvo lugar la boda, fue la mejor que he visto en mi vida, a pesar del poco tiempo que tuvieron para prepararlo todo, pero pensad que era Marga quién lo organizaba.
Nueve meses después, nació Macarena, su pequeña, era el bebe más bonito del mundo, aunque que voy a decir yo, que soy su madrinita. Luis cada día se encontraba peor, hacía varios meses que no trabajaba, y empezaban a faltarle las fuerzas. Marga no podía verle sufrir, así que hizo lo que todavía no he sido capaz de perdonarle, y no sé si algún día podré. Ella pensó que había una manera de salvar a Luis.
Ella siempre había dicho que no podía vivir en un mundo sin él, escribió una carta dirigía a Luis, en la que le explicaba los motivos por los que había decidido eso, también escribió un apartado dirigido a Macarena, para que pudiera leerlo el día que fuera mayor y con la capacidad suficiente para poder entenderlo, guardó la nota debajo de la almohada y se fue al cuarto de baño. Se metió en la bañera, abrió el grifo y se preparó un baño calentito. Luis que estaba en el salón, escuchó como el agua empezaba a salir por fuera de la bañera, y fue corriendo al baño a ver qué pasaba, al entrar vio a Marga envuelta en sangre, había intentado cortarse las venas, actúo muy rápido al igual que los servicios de emergencia. Ingresaron a Marga en la UCI, había perdido mucha sangre, no sabían si iba a conseguir sobrevivir. El médico le dijo a Luis que todo dependía de las ganas de vivir de Marga.
Esa tarde, fui a su casa a buscar algo de ropa para Luis y algo de comida, encontré la nota que Marga había escrito y me dirigí al hospital aun temblando, cuando Luis me llamó destrozado, apenas pude entender lo que decía, pero la noticia estaba clara, Marga había muerto.
Al llegar al hospital, le enseñé la carta, el motivo por el que ella se había comportado así, donarle todos sus órganos a él. Luis no quería aceptarlo, pero si no lo hacía, el también moriría, no podían hacerle eso a Macarena. Prácticamente le obligué, no iba a consentir que Marga hubiera muerto en vano. Mientras Luis se sometía a las operaciones y todos los tratamientos, me ocupé de Macarena, por suerte, todo salió bien para él, aunque cada seis meses tiene que hacerse revisiones.
Macarena es ya una niña de cinco años, muy inteligente que además es la viva imagen de su madre, es duro verla, pero a la vez es la mejor manera de recordar a Marga. Luis y yo supimos encontrar amor entre tanto dolor, llevamos juntos tres años. Puedo deciros que el tío raro que yo conocí nunca desapareció, pero aprendí a verlo como ella le veía y aunque entiendo porque Marga hizo lo que hizo, querer a alguien está bien, y enamorarse es maravilloso, pero nada ni nadie vale más que tu propia vida, salvo tus hijos. Y ella, abandonó a Macarena, eso es algo que nunca le podré perdonar.
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